Hace ya algo más de 15 días decidimos probar con un amigo uno de los tapetes que había comprado, así que quedamos para cenar y después hacer la escaramuza.
El problema es que a esa cena se sumó más gente y bebida... Y luego salió lo que salió. Así que de antemano disculpas por las malas fotos, pero espero que el informe os resulte interesante.
Mi amigo jugaría con Marienburgo, con la siguiente lista:
- Capitán con Casco, Ristra Pistolas Duelo, Amuleto de la suerte y espada 140p.
- 2 Campeones con Casco, Pistola de Duelo, Amuleto de la Suerte y Espada 180p.
- 5 Espadachines con Espada y Daga 225p.
- Luchador del Pozo 30co
- Hafling. 15co
Yo por mi parte decidí estrenar los cazadores de brujas que había pintado recientemente con la siguiente lista:
- Capitán cazador con pistola-ballesta, espada y maza.
- 3 Cazadores con pistola y maza.
- Sacerdote Guerrero con 2 mazas.
- 3 Flagelantes con flagelo.
- 4 mastines
El escenario que nos tocó fue el encuentro casual, donde cada banda se sitúa en un cuadrante opuesto de la mesa y debe conseguir que la otra se retire.
Así, mi amigo empezó en el cuadrante superior, con un primer grupo formado por sus espadachines y luchador de pozo, un segundo grupo formado por sus héroes y el halfling hostigando desde unas ruinas. Por mi parte formé un grupo central con todos mis hombres y un grupo secundario de mastines tras las ruinas dispuesto a flanquear al rival:
El primer turno fue de avance entre las dos bandas. Solamente el halfling alcanzó un flagelante, pero solamente consiguió aturdirlo, de modo que no tuvo consecuencias.
El turno dos decidió que el edificio con el dejado medio derruido sería el escenario en el que se producirían los combates. Mi grupo principal se dividió con la esperanza de separar a su vez a los mariemburgueses, mientras que los mastines llegaron hasta el cuadrante opuesto con la intención de crear una emboscada. Por su parte los chicos ricos de Mordheim formaron una piña muy peligrosa en el centro del tablero:
El tercer turno trajo los primeros combates serios: mis seguidores de Sigmar habían atraído a los campeones, capitán y luchador del pozo (escondido bajo el tejado roto) y dispararon contra éste último... Logrando solamente aturdirle. Por su parte los espadachines mariemburgueses cargaron contra mi sacerdote y mis flagelantes, despachando al primero (el primer crítico) y aturdiendo a uno de los fanáticos:
En el turno 5, dado que ni las ballestas ni la pólvora habían hecho mella en el luchador del pozo, decidí cargarle con mi capitán y un cazador de brujas, mientras que los dos restantes cargaron contra sus respectivos campeones y mis mastines completaban la emboscada y cargaban contra su capitán. Los animales cumplieron con creces descabezando a la banda rival, pero del combate entre campeones y cazadores nadie sacó ventaja, mientras que el luchador del pozo despachó a sus rivales con una facilidad insultante.
Por su parte, los espadachines despacharon a otro flagelante dejando a dos en pie:
Los cazadores de brujas ya habían sufrido un 25% de bajas, así que tuvieron que chequear. Sin embargo superaron el chequeo de liderazgo y causaron una baja. Suficiente para hacer chequear a los mariemburgueses, pero también superaron su tirada... Y empezaron a masacrar a los restos de la banda de fanáticos a base de críticos: ese turno cayó un flagelante, dos perros y un cazador, todos a base de críticos:
El turno 7 ya había acabado con toda igualdad en el tablero, y solamente podía ganar si los mariemburgueses fallaban su chequeo de retirada. Pero no solamente no lo fallaron sino que siguieron masacrando mi banda mediante críticos. De este modo solamente me dejaron con vida un flagelante y un mastín: los Cazadores habían perdido a 10 de sus 12 integrantes.
Sin embargo seguía superando los chequeos, así que decidí cargar para adecentar un poco la proporción de bajas. No fue así, y terminaron por abatir al último fanático y mastín que me quedaba.
Victoria total y absoluta para los chicos ricos de la ciudad-estado, y los seguidores de Sigmar no pueden ni lamerse las heridas porque han dejado de existir.
Sin embargo hay que decir que fue una partida muy rápida y divertida, en la que a pesar de mi mala suerte (9 de las 12 bajas sufridas fueron críticos) nos lo pasamos muy bien. Los edificios nuevos hacen que las partidas cada vez parezcan más una ciudad en ruinas, permitiendo todo tipo de tácticas de flanqueo y emboscadas. Y en cuanto haga las escaleras y pasarelas empezarán los combates en las alturas...
Me disculpo de nuevo por las fotos. A pesar de todo espero que os haya gustado el informe. A ver si puedo presentaros más y más completos (y con mejores fotos).
¡Nos leemos!
Dani
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